9.5.10

ARTE. La belleza de la velocidad. Muestra futurista en PROA







El nombre dado a una muestra suele resumir lo que podremos ver en ella y dar pistas acerca de los criterios sobre los cuales se ha hecho el recorte, la selección de material y de obras que la conformarán. En este sentido, El Universo Futurista: 1909-1936, que tiene lugar desde el 1 de Abril en Fundación PROA, no puede ser más claro. Gabriella Belli, directora del MART (Museo di arte moderna e contemporanea di Trento e Rovereto) y curadora de la muestra, no toma criterios de cronicidad, técnica o autor para su organización. Y es que basarse en cualquiera de esos criterios no tendría sentido en una muestra que tiene como propósito dar al visitante una idea acabada de lo abarcativo que fue el movimiento futurista.

Una vanguardia va acompañada de una nueva manera de concebir el mundo, abraza ciertos valores y rechaza otros; rompe radicalmente con la tradición y el pasado. Las denominadas vanguardias históricas proclamarán una forma de vida regida por sus propios postulados.

En su Teoría de la Vanguardia, de 1974, Peter Burger pensará la vanguardia como una crítica al sistema del arte en su desarrollo autónomo, buscando la praxis vital; la función social que el arte había perdido. Afirmará que las vanguardias “intentarán reintegrar el arte a los procesos de la vida”. Y los mismos futuristas, en su manifiesto fundacional de 1909, dicen que “solo es vital el arte que encuentra sus propios elementos en el ambiente que lo circunda”. A partir de las premisas teóricas del manifiesto Ricostruzione futurista dell´universo, redactado en 1915 por Giacomo Balla y Fortunato Depero, el Futurismo avanzará sobre union de arte y vida. El Futurismo teñirá lo cotidiano con su estética. Incursionarán en la decoración de interiores, la arquitectura, el diseño, la cocina, la publicidad y el teatro.

El Universo Futurista: 1909-1936 ocupa dos pisos y cuatro salas de Fundación PROA. Es interesante que esta muestra se realice en un espacio de arte ubicado en una zona rodeada de astilleros, vinculados al desarrollo de la ciudad y de una industria tan importante como la portuaria, teniendo en cuenta que el Futurismo se gestó en un contexto de cambio, de nacimiento de las industrias y crecimiento de las grandes metrópolis. En la sala 1, la atención del espectador se la roba una pieza-símbolo del Futurismo: el Intonarumori de Luigi Russolo. Así, rápidamente, el visitante ingresa en el lenguaje futurista de la experimentación. Acompañado de la proyección de un video introductorio con imágenes y fragmentos de los manifiestos que funciona como carta de presentación del movimiento. La sala 2 está dedicada a pintura, escultura y objetos. La pintura futurista se interesará por plasmar en sus composiciones el movimiento, el dinamismo y la vista aérea: similar a lo que para nosotros puede ser hoy una imagen satelital. En la sala 3, Belli coloca las obras en módulos separados, apenas sobresalientes de la pared. En uno vemos bocetos para proyectos publicitarios de Depero, en otro vemos arquitecturas efímeras, en otro bocetos para vestimenta futurista. Estrategia que sirve para dar unidad a toda la obra, pero diferenciando claramente las disciplinas en que los artistas futuristas incursionaron. En esta sala también hay fotografía futurista; verdaderos trabajos de investigación acerca de la representación del movimiento de los cuerpos a partir de la aplicación de técnicas como el fotodinamismo y el fotocollage. Mientras que el centro de la sala está destinado a la exhibición de documentos, publicaciones y manuscritos futuristas. En la sala 4 se puede ver la experimentación de algunos artistas futuristas en relación al teatro y la aerodanza, La curadora toma una decisión surgida de concepciones más contemporáneas a la hora de colocar obra en un espacio común, como es el caso de las marionetas de teatro de Depero. Las cuelga en una de las escaleras del edificio, expandiendo así el territorio de la exhibición.

El Futurismo supo ser bien publicitado y difundido por su líder fundador y máximo representante, Filippo Tommaso Marinetti. Su proclama de libertad creativa, sus ideales de progreso, de devoción por la maquinaria y el ruido, traspasaron las fronteras de una Italia que, a principios del siglo XX, venía un paso atrás en relación al avance de diversas ideas vanguardistas en otros países de Europa. Será el mismo Marinetti el encargado de visitar Argentina (una primera vez en el año 1926 y la segunda en 1936) para difundir los postulados futuristas. A propósito de ello, y en una ocasión tan especial como es contar con la presencia de una muestra tan importante de Futurismo en nuestro país, resulta atinada la decisión de la curadora de sumar un video acerca de las controvertidas visitas al final del recorrido.




18.4.10

TENDENCIA. swishing: la nota que me hizo infobae

Comprar ropa pasó a ser un lujo para pocos. Con la crisis surgió una nueva manera de cambiar el guardarropa a bajo costo. Las claves para organizar una feria

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Crédito Foto: Nicolás Stulberg

En tiempos de bolsillos flacos el “swishing” se convirtió en la manera cool de renovar el guardarropa y lo mejor de todo es que, en la versión más chic del trueque, el dinero no es para nada necesario.

Todo armario alberga en algún rincón ropa con etiqueta, prendas que compramos pero que, por diferentes razones, jamás sacamos a pasear ¿Cuántas veces pagamos un vestido o una corbata tan difícil de combinar que nunca salió de la bolsa? ¿O nos gastamos el aguinaldo en aquel tapado demasiado llamativo o poco acorde a nuestro look?

El swishing es la solución para sacarse de encima aquellos “muertos” del placard y para hacerse nuevas prendas sin dejar medio sueldo en un centro comercial.

Con raíces en el antiquísimo trueque, esta práctica que en la actualidad es furor en Nueva York y en varios países de Europa y que poco a poco va haciéndose un lugar en nuestros pagos,
consiste en intercambiar con otros prendas de vestir y accesorios que uno ya no usa.

“Los típicos regalos que por una cosa u otra nunca cambiaste, prendas que usaste pocas veces y te arrepentís de haber comprado, prendas que sentís que ya no te representan. Llevás a la feria todo eso que ya no querés y se lo cambiás a otros por otras cosas, como una especie de trueque”, cuenta
Florencia Morado, una de las pioneras en organizar este tipo de eventos.

Las reglas de una “swishing-party” son muy sencillas: la anfitriona invita a sus amigas que tienen que llevar, al menos, una prenda u accesorio. Se dispone toda la ropa y accesorios en las mesas y, hasta que no llega el último, no comienza el intercambio. De esta manera, todos tienen las mismas posibilidades de conseguir lo que buscan.

Si bien hace poco que se realizan en la Argentina, las ferias swishing ya son un éxito. “Están creciendo cada vez más por el hecho lamentable de que hoy en día la ropa buena y de marcas reconocidas no son un bien demasiado accesible. Comprar ropa de marca es prácticamente un lujo, algo imposible para mucha gente”, aclaró Morado.

“Estas ferias te permiten llevar algo nuevo a tu casa sin haber gastado un peso. Además, me parece que la mujer argentina tiene buen gusto para vestirse. Les gusta gastar dinero en ropa para verse bien y creo que ese es un factor fundamental para que la feria funcione porque las prendas que suelen intercambiarse son, en la mayoría de los casos, prendas de marcas importantes, de diseño y de buena calidad, solo que se aburren de verlas en su placard y deciden cambiarlas por otras”, contó.

“Está bueno
sentir que te llevás algo nuevo a tu casa sin haber gastado un peso”, añadió la joven, que está organizando una tercera feria luego de realizar dos con éxito rotundo.

Es importante destacar que no todas las prendas serán bienvenidas a las ferias. Es fundamental que estén en
perfecto estado: lavadas, planchadas y sin manchas. Los accesorios también tendrán que estar en buenas condiciones. Según la organizadora, “La idea es que todos sientan que se llevan algo nuevo, que se vea como tal”.

El swishing es, al mismo tiempo, una excusa para pasar la tarde con amigas tomando el té y comiendo cosas ricas. O la oportunidad para conocer gente nueva. “Preparamos tragos u organizamos tardes de té, siempre acompañado de buena música”, destacó.

Internet juega un papel clave en el swishing: en las redes sociales como Facebook y Twitter son la herramienta más importante con la que cuenta la organizadora para darse a conocer.

Claves para organizar la feria
- Designar el lugar donde se realizará el evento. Puede ser una casa o un bar, que tendrá que estar cerrado al público durante algunas horas.

- Publicarlo en alguna red social para el “boca en boca”.

- En el lugar tendrá que haber espejos, percheros y mesas o butacas donde disponer las prendas para que todas queden a la vista.

- La calidad de las prendas es clave. Todo tiene que estar limpio, sin arrugas ni agujeros.

- La distribución de las prendas debe realizarse en forma ordenada para que quien busque, pueda encontrar.

- La feria no se iniciará hasta que no haya llegado el último de los invitados.

2.2.10

MODA. Marni.


Los invito a chequear el sitio y los diseños de esta marca italiana fundada en 1994 por la familia Castiglioni. Para mí, una gran referencia dentro de la moda italiana y del mundo entero. Diseños creativos y modernidad definen a esta firma que, les recomiendo, no dejen de conocer. Aunque para nosotras las muchachas de Argentina este tipo de marcas nos puedan resultar lejanas e innaccesibles, siempre es bueno ver en qué andan y tomar ideas para hacer algo similar con lo que podemos conseguir acá.
Visiten http://www.marni.com

1.1.10

MUSICA. Las Kellies, De Zona Norte al mundo


Por si todavía no las escucharon. Para empezar el 2010 bien arriba!